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Un símbolo del orgullo dacio:
El rostro de Decebal, un monumental bajorrelieve de 55 metros de altura, vigila desde la orilla rocosa del Danubio, en la confluencia de los Cárpatos y el caudaloso río. La escultura representa a Decebal, el último rey de Dacia, símbolo de la fuerza, el coraje y el espíritu intrépido del pueblo dacio.
Una obra de arte única:
Realizada por el escultor Florin Cotarcea, con la ayuda de 11 escaladores, la escultura se completó tras 10 años de duro trabajo. Es la escultura de piedra más alta de Europa y la segunda del mundo, sólo superada por la Estatua de la Libertad y el Monumento a Cristo de Río de Janeiro.
Una experiencia inolvidable:
Visitar la Cara de Decebal es una experiencia fascinante que le hará retroceder en el tiempo, tras las huellas de la historia daciense. La belleza natural de la zona, intacta durante cientos de años, complementa a la perfección la grandeza de la escultura.
Información útil para turistas:
Además de la Cara de Decebal, merece la pena visitar otros lugares de interés de la zona:
La cara de Decebal le espera para descubrir una historia fascinante, un viaje en el tiempo y una experiencia memorable en plena naturaleza salvaje.
Imágenes:
Consejos adicionales:
La cara de Decebal es un destino único que le impresionará por su grandeza y le hará sentirse parte de la historia y la belleza de Rumanía.